Estas aquí, depués te iras, asi funciona la vida. Nos rodeamos de tantas personas, hablamos con cientos de ellas, intercambiamos experiencias, pensamientos, conversaciones, la gente va y viene y nosotros seguimos aqui... y algún día nos preguntamos si aquello que estamos mostrando a toda esta gente con la que convivimos no es mas que una máscara, nos preguntamos hasta cuando seguiremos ocultando lo que verdaderamente somos, viviendo el personaje que nos hemos creido ser, vivir protegiéndonos para no ser descubiertos, para que esta máscara que nos ha costado tanto trabajo crear y conservar no sea arrebatada de nosotros, y hacemos todo lo posible para no sentirnos vulnerables; para que nadie vea realmente el miedo que tenemos, para que nadie vea aquella parte de nosotros que todo este tiempo hemos estado tan aferrados en ocultar.
Creamos murallas a nuestro alrededor para no ser "lastimados", para que nadie vea nuestra debilidad; y asi, nos convertimos en esclavos de nuestras propias prisiones, presos en nuestras fortalezas, viendo a todo el mundo y nunca mirándolo a los ojos. Alguien nos ve a los ojos y nos da miedo, quitamos la vista de inmediato; realmente date cuenta ahora que estas leyendo esto, ¿con cuántas personas con las que convives mantienes un verdadero contacto con los ojos?, y cuando haces contacto con una mirada, cuando alguien te ve directamente a los ojos, ¿cómo te sientes?, ¿desprotegido?, ¿inseguro?, o tal vez me equivoco y te sientes fuerte y renovado, sólo pregúntatelo. ¿Cuándo fue la última vez que miraste a tus padres realmente a los ojos?, cuando dices te quiero... ¿lo dices a los ojos?, cuando dices gracias... ¿ves a los ojos?. Probablemente no, porque cuando realmente te atreves a ver a los ojos, cuando te atreves a que te miren fijamente a los ojos, todas las murallas que has construido a tu alrededor se derrumban y tu verdadero ser queda completamente expuesto. Pasamos de ser solo un cuerpo que se mueve, habla y camina a ser verdaderos seres sintientes, a ser espíritus encarnados y cuerpos animados. Todo lo que escondemos se revela en ese momento.
La primera vez que intenté este experimento me senti extremadamente vulnerable, pero con esa definición de vulnerabilidad que tan erróneamente hemos establecido. Hemos aprendido a etiquetar a la vulnerabilidad como debilidad, como un peligro a ser lastimados, a ser descubiertos. Pero lo que he descuebierto realmente es algo completamente diferente: la vulnerabilidad es el precioso regalo que te llena de valentía, de fé y de confianza, estas ahi, diciéndole a la otra persona, mirándola a los ojos diciendo "esta soy yo, ho no tengo miedo de que me veas tal y como soy, no tengo miedo de que entres y veas a través de mi. Hoy no tengo miedo a ser amada, hoy no tengo miedo de amar", así es como la vulnerabilidad pasa de ser una debilidad a una gran fortaleza.
El verdadero amor necesita ser transmitido a través de una verdadera mirada, una mirada que conecta dos almas, una mirada que va mas allá de los cuerpos, el color de la piel, de tu cuenta de banco, de tu vestimenta. Una mirada que reconoce la grandeza de tu ser y de aquellos que permiten que los mires a los ojos... Así que, aunque parezca a veces extraño, aunque nos cueste trabajo, tratemos de ver a los ojos, tratemos de atrevernos a ser quien en verdad somos, y entonces, al permitir que las personas entren realmente en nuestra vida, lograremos que el amor se refleje en nosotros y a traves de nosotros, a través de una mirada...
Que así sea, y así es.
"Cuando tenemos la habilidad de mirar a las personas profundamente a los ojos, ocurre algo que da miedo: estamos afectándolas. Ya no estamos interesados en las partes de su cuerpo. Les estamos mirando al alma. Podemos quedar contaminados inmediatamente o alcanzar a mirar. mas allá de su apariencia" Ramtha
Dedico este texto a Ari, te quiero mucho!
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